DESDE HACE YA CUATRO AÑOS COMO CADA MES DE ABRIL COMIENZAN LOS PREPARATIVOS PARA LAS COMUNIONES
Mi hermano es fotógrafo y siempre lo he acompañado en las sesiones de comunión porque amo a los niños y mi ayuda venía siempre bien. Yo me encargaba de asegurarme que los pequeños estuviesen guapos, les enseñaba poses, jugaba con los hermanos pequeños y juntos reíamos. Aunque lo novedoso es que este año mi trabajo sería otro, ahora no era la “acompañante multiusos”, sino más bien la filmaker de Joseph Table.
Tengo que confesar que cuando me lo propuso no le veía mucho sentido y me daba miedo pero… las oportunidades son solamente de aquellos que se arriesgan; así que no había más que pensar… me lanzaba a la aventura en las comuniones.
Días antes de que comenzáramos con los pequeños me aficioné a perderme con mi único acompañante, la cámara en lugares maravillosos como el campo, el pueblo e incluso la ciudad. Con ella, la cámara, iba probando a realizar tomas con diversas situaciones; con mucho sol, al atardecer, en la noche pero me dí cuenta que no era suficiente cuando era yo quien controlaba el momento como puede ser un paisaje. Por lo tanto decidí grabar en ambientes en los que yo no podía controlar el movimiento, para ello me trasladé por diferentes zonas de mi localidad y la ciudad para grabar personas ajenas a lo que yo estaba haciendo. Fue esta mi antesala y mi contacto con la cámara porque a pesar de haber material en casa nunca antes me había atrevido a hacerlo.
Y tras ésto comenzamos con el primer príncipe de la temporada podéis imaginar los nervios que tenía con tan sólo pensarlo. Él era Darío y por el modelo y el lugar donde íbamos a tomar las fotografías y vídeo, la sesión prometía. Fue en este momento cuando comencé a aprender mientras trabajaba a una velocidad impresionante. Tras él vino Noelia, que voy a decir de ella, si es una pequeña con la que a diario comparto alegrías; con ella lo pasamos genial ¡parecía una princesa salida de un cuento de Hadas! También llegó el turno de Ángel. Él era puro amor y ternura. ¡Ángel fue un modelazo! Además nos divertimos con José Luis que destacó por su valentía en la sesión. Él ama los caballos y no dudó en acercarse a una manada a pesar de ser salvajes y sin pedírselo nosotros. Continuamos con Mario que no tiene límites; él es mi aventurero preferido y no pudimos elegir mejor lugar para las fotografías aunque a veces era complicado con él porque buscaba como loco animales por el Torcal de Antequera. Y por último Clara una niña muy tierna y guerrera a la vez con ella fuimos al cortijo familiar y a un lugar en la naturaleza que a su mamá le encanta. ¡Era precioso!
Aún siendo las comuniones en apenas dos semanas podía ver como mis ideas, experiencias y conocimientos iban mejorando a pasos agigantados. Pero…entre comunión y comunión ¡vino otro problema! Había que montar los vídeos con un programa del que no conocía nada como es Adobe Premiere; lo que suponía que tenía que que trabajar y aprender aún más. Fueron mis “amigos” de YouTube quienes me enseñaron a trabajar el programa. Cada día estaba más emocionada y no dejaba de aprender, de echo algunos vídeos después de tenerlos terminados los volví a montar con nuevas ideas.
El mes de mayo lo dedicamos a entregar trabajos, en esta ocasión yo regalé a los pequeños el vídeos porque ellos no supieron hasta ese día lo que yo estaba haciendo además yo aproveché la oportunidad para aprender. Hubo momentos que no podré olvidar como aquellas dos mamás que se emocionaron al verlos, decían que había conseguido capturar el movimiento, las miradas y sonrisas más tiernas de sus pequeños. Podréis imaginar lo contenta que me puse al oír eso.
Las comuniones habían pasado, todo el trabajo estaba entregado pero no era suficiente por lo que después de todo lo trabajado y aprendido decidí hacer un resumen de las comuniones 2017. Solo quiero dar las gracias a todos los que han confiado en mí, a mi familia, a Joseph Table, a los pequeños y a los papás.
Ahora sigo formándome para ser alguien en el mundo de los videógrafos.
Rocío Mesa.
