¡Me gustan las sorpresas en mis fotografías de boda!

Blog Bodas

¡Me gustan las sorpresas en mis fotografías de boda!

Sí, hoy os voy a hablar de qué es lo que hago y a qué me refiero cuando os digo que me gustan las sorpresas en mis fotografías de boda.
Todo comenzó desde tiempo atrás y fueron mi padre y mi madre quienes me inculcaron la ilusión y la pasión por las sorpresas.
Ellos como cada año la noche de reyes la preparaban a consciencia; una diferente a la otra pero siempre con el mismo objetivo; crear algo en mi tan fuerte como es la ilusión, un sentimiento que produce nervios, felicidad y mucho amor hacia quien ha conseguido crear el momento de magia.

Pero…¿Qué quiero decir con esto? ¿Qué relación tiene con mi trabajo? ¿Para qué os cuento esta historia? Pues bien, como fotógrafo de bodas quiero despertar este sentimientos a mis parejas, quiero sorprenderlas cuando reciban sus fotografías de boda sin esperarlo. Me vale con que por al menos unos segundos tengan la oportunidad de vivir la magia de la ilusión.

Y un ejemplo de ello es la historia de Teresa & Federico; ellos están viviendo en Suiza aunque su boda fue en Granada.

Terminé su trabajo y antes de decirles nada empecé a tramar el plan; para ello les imprimí unas fotografías de boda de los momentos más importantes de aquel maravilloso día además preparé su pen-drive con los archivos de muestra de cómo quedaría su álbum de boda. También todos los archivos editados y un slideshow que preparé con mucho cariño y amor. Todo junto lo guardé en una cajita de madera, la cual decoré con todo el cariño, acorde a lo que sentía en ese momento y todo emprendió su viaje a Suiza.
En esta ocasión quise incluir unas espigas de trigo moradas; el trigo en representación de la abundancia y el color morado por la nobleza, la sabiduría, la creatividad y la magia. Pero esta no podía ser cualquier caja que guardamos en un rincón, tenía que ser la caja de los recuerdos del enlace de Teresa & Federico. Seguro que ahora mismos estaréis pensado “vaya chorrada” o “¿y esto para qué? ¡Si todas serán iguales!”, pero permitidme que os diga que nunca son iguales ¿os cuento cómo lo conseguí para Teresa & Federico? En esta ocasión incluí unas bolitas de anís italianas, detalle que regalaban a los invitados como obsequio además de las minutas donde estaba impreso el menú de ese día. Puede parecer una tontería pero es un recuerdo bonito que hace aún más fácil recordar el día de la boda.

Espero que os guste y recordad siempre que los momentos son únicos e irrepetibles y hay que vivirlos al máximo.