Sobre mi

Fotógrafo de boda en Málaga

¡Bienvenidos a mi web!

 

Soy Joseph Table, fotógrafo de bodas en Málaga; bueno realmente soy de un pequeño pueblo del interior llamado Archidona. Personalmente lo llamo el paraíso porque son muchas sus cualidades.

 

Si he llegado hasta aquí significa que esa locura que comencé hace unos años ha llegado a buen puerto. Quizá lo sepas o quizá no, pero tengo que decirte que hace tiempo era electricista y estaba muy feliz pero fueron otras circunstancias de la vida las que me llevaron al mundo de la fotografía y sí, también soy feliz pero mucho más feliz. Antes mi trabajo era monótono y ahora no lo es. Como cualquier autónomo trabajo de domingo a domingo y soy autodidacta ¡esto me hace sentir inmensamente afortunado! Gracias a las bodas conozco a mucha gente, aprendo de otros tantos, comparto mi tiempo y en mi día a día siempre reina la felicidad pues es el sentimiento que más abunda en una boda.

 

Retrocediendo un poco en el tiempo para poneros en situación tengo que deciros que en casa siempre hubo cámaras fotográficas y mi padre era el típico pesado que andaba haciendo fotos a cada segundo. Hoy día me alegro de ello porque son cientos los recuerdos que tenemos guardados en un cajón.

 

Mi historia comenzó el día que mi padre dijo en casa: “voy a comprar una cámara réflex”. Mi respuesta en ese momento no fue otra que preguntarle para qué la quería si ni siquiera sabíamos usarla.

Aquella conversación sirvió para poco porque unos días después estábamos en El Corte inglés comprando una Canon eos 50d.¡En su momento era una de las cámaras más potentes del mercado a nivel aficionado! También recuerdo que compramos una tarjeta de memoria de 2gb que por aquellos entonces era suficiente. Guardaré para siempre las caras de felicidad que teníamos cuando salimos con nuestra Canon.

 

La cámara llegó y la primera foto que hice fue en el salón de casa a mi familia; no penséis que fue un robado sino más bien un posado en toda regla.

El manejo de la cámara no era fácil por lo que pasaba la mayor parte del tiempo mirando videos de youtube con el fin de aprender a manejarla en modo manual. Cada día probaba y experimentaba más lo que me llevó a  obtener buenos resultados. Fue al poco tiempo cuando llegaron las comuniones de mis primos y los eventos familiares donde siempre llevaba mi cámara para poder practicar e ir haciendo mis primeros pinitos.

Algunas de aquellas fotografías las publicaba en la red social Tuenti; ¡haceros una idea de cuanto ha llovido desde entonces!

 

Poco tiempo después me llamó un primo para hacer el bautizo a una amiga y sí, un escalofrío enorme recorrió mi cuerpo solo de pensar en la responsabilidad que tenía. Al principio renegué la propuesta pero la familia me insistió tanto que no me quedó otra que acceder.

¡Nunca olvidaré la sensación que tenía de hacer algo que me llenaba tanto! Por cierto, estuve días y días practicando para estar a la altura de las circunstancias.

 

Superé aquella prueba pero necesitaba dar un paso más así que al llegar a casa no tardé en buscar cursos de fotografía. Tuve la oportunidad de conocer a un fotógrafo de Granada que era el profesor de mi primer curso y del que más adelante os contaré detalles porque él también fue una pieza clave en esta historia.

Ese mismo año empezaron a buscarme algunas mamás para que hiciera las comuniones de sus pequeños y pequeñas. Era el momento de volver, por supuesto con mi padre a El Corte Inglés. Ahora me sentía un “fotógrafo profesional” así que decidí comprar mi primera full frame, una 5d Mark III. Siendo ésta la que usaría en las comuniones que os acabo de contar.

 

Siempre consiente de lo que quería, realicé las comuniones en exteriores donde la conexión con los peques es más especial y no se sienten intimidados ni limitados por un espacio minúsculo que no deja entrever el niño o la niña que son. Cada comunión era una aventura agotadora pero a la vez satisfactoria. Yo corría, saltaba y jugaba con ellos a razón de que mi objetivo era sacar lo mejor de cada uno. Casi sin quererlo y ajeno a ello, eran los niños quienes me estaban enseñando el estilo de foto que aplicaría más adelante en las bodas.

 

Ese mismo año tuve la oportunidad de ir junto al fotógrafo de Granada, que mencioné anteriormente, a más de treinta bodas. Aprendí muchísimo y gracias a todo lo vivido en primera persona comenzaba a entender el funcionamiento de una boda.

 

El año siguiente una pareja muy especial que conocía de toda la vida me dijo que yo sería el fotógrafo de su boda. Aún quedaban algunos meses por lo que yo seguía esforzándome por aprender algo nuevo. Fue por agosto y con más de sesenta bodas cuando era mi turno, mi “primera boda”.  ¡Era mi ventana al universo como fotógrafo profesional en Málaga!

Jamás olvidaré  aquella boda en la corría de un lado a otro para no perder detalle. Fue aquel día caluroso de agosto cuando decidí montar el Same Day Edit (que es un video en el que se muestran las fotos de ese mismo día solo unas horas después). Puede parecer un video más pero no es así porque impresiona tanto a la pareja como a los invitados ya que tienen la oportunidad de ver un poco de lo que ese día se está viviendo.

Después de todo el estrés vivido en la boda terminé llorando de emoción y siendo consolado por el hermano del novio. ¡Fue una sensación de felicidad increíble de poder demostrar que puedes y sabes hacer algo con el corazón!

Fotógrafo de boda en Málaga & Granada

 

Os invito a que veáis un Same Day Edit en un articulo del blog.

 

Desde entonces fueron llegando las bodas prácticamente solas pero aún así yo seguía yendo con otros compañeros fotógrafos de Málaga y Granada para aprender más y tener visiones diferentes sobre cómo hay que tratar una boda.

 

Cada vez mi trabajo se expandía más a lo largo y ancho de España e incluso he tenido la oportunidad de viajar a otros países de boda y de post boda como son Londres, Edimburgo, París o Portugal.

 

No fue hasta el 2018 cuando me atreví a enviar mis trabajos a concursos. En aquella ocasión era uno organizado por AFIAN; la asociación de fotógrafos profesionales de Andalucía y en la que me nominaron en dos categorías: una en pre boda y otra en post boda.

Quizá el mundo de los premios está sobrevalorado por lo que hay que tomarlo como un juego. Realmente el mayor premio es cuando termino mi trabajo y entrego el álbum a mis parejas. Mi mayor recompensa son sus caras de emoción y asombro.

 

He aprendido mucho durante este lustro y estoy seguro que no dejaré de hacerlo porque mi formación es tanto mi éxito como el de mis parejas.

 

¡Me fascina mi trabajo! Consciente de que soy el responsable de los recuerdos del día de una boda, no dejo de dar lo mejor de mí mismo. Nunca es suficiente para mi trabajo, con el objetivo de ir más allá cada día es mayor mi afán por esforzarme y superarme. Asimismo adoro enmarcar eternamente una sonrisa, una lágrima, una cara de enfado, de felicidad, de rabia o de tristeza porque tengo muy presente que cada clic que haga en una boda pasará a formar parte del tesoro de cada familia.

Fotógrafo de boda en Málaga & Granada